domingo, 17 de abril de 2011

Resumen Madrugada en Cayey - 16 de abril del 2011

(Cayey) Hoy los madrugadores de Cayey celebramos nuestro primer aniversario al servicio de Dios, conociendo a Dios; nos reunimos nueve madrugadores; ocho de Cayey y Jose Colon madrugador de Gurabo quien nos visito en esta celebración.

Al comienzo no teníamos lugar donde reunirnos porque no encontrábamos al sacristán, comenzamos en pleno estacionamiento porque donde se reúnen dos o más ahí esta Dios en medio de ellos, luego de haber comenzado apareció el sacristán quien nos ayudo abriendo el salón parroquial donde culminamos la celebración.
Comenzamos con la invocación del espíritu santo, todos los presentes expusieron sus intenciones. Con todas estas intenciones especiales como ofertorio a Dios Padre comenzamos las laudes. Luego de la laudes compartimos las lecturas de la liturgia de la palabra para el día de hoy. En la primera lectura compartimos el capitulo 37, versículos 21-28 del libro del profeta Ezequiel, el salmo fue tomado del salmo 31 y en el evangelio tomada del santo Evangelio según san Juan capitulo11, versículos 45 al 56.

En la primera lectura tomada del libro del profeta Ezequiel 37:21-28; dice que Dios nos hará un solo pueblo. El profeta Ezequiel nos asegura no solo el retorno de Israel a su tierra, sino también su purificación. Los miembros del pueblo elegido se congregarán bajo el báculo de un nuevo David, que reinará para siempre, luego de pactar la alianza eterna. Todo ellos se realizaran en Cristo, en la verdadera presencia de Dios a su pueblo. Todo será nuevo y eterno en Cristo, lo que demostrara su trascendencia mesiánica. Los judíos no lo vieron. No quieren verlo. De momento tampoco lo vieron los Apóstoles; pero lo vieron más tarde. San Teófilo de Antioquía dijo:-" Dios se deja ver de los que son capaces de verle, porque tienen abiertos los ojos de la mente. Porque todos tienen ojos, pero algunos los tienes bañados de tinieblas y no pueden ver la luz del sol " según el texto (Libro I, 2, 7). Y San Agustín: - " Que tus obras tengan por fundamento la fe, porque creyendo en Dios, te harás fiel " (Comentario al Salmo 32).
En el salmo 31 repetimos “El Señor cuidará a su pueblo como un pastor a su rebaño; recordándonos que Dios no abandona a los suyos sino que los ama y les cuida como a sus hijos.
En el santo evangelio tomada del santo Evangelio según san Juan capitulo11, versículos 45 al 56; nos invita a conocer a Jesús.  «De hecho los fariseos y los saduceos conocieron a Jesús en lo exterior, escucharon su enseñanza, muchos detalles de él, pero no lo conocieron en su verdad.  La gente lo conoció, pero superficialmente; saben algunas cosas de él, pero no lo ha conocido realmente. En cambio los apostoles, gracias a la amistad, que implica también el corazón, al menos habían entendido en lo sustancial y comenzaban a saber quién era Jesús. También hoy existe esta forma distinta de conocer: hay personas doctas que conocen a Jesús en muchos de sus detalles y personas sencillas que no conocen estos detalles, pero que lo conocen en su verdad: "El corazón habla al corazón"» (Benedicto XVI, Audiencia, 8 de octubre de 2008). Los fariseos no podían conocer a Jesús y, mucho menos, considerarlo como el Mesías porque en sus corazones anidaba la soberbia y el egoísmo. Para conocer a Jesús es necesario ser humildes, es decir, dejar nuestras preferencias y nuestros gustos para permitirle a Cristo que reine en nuestros corazones y en nuestras vidas.

El amor hacia Jesucristo llega a través del conocimiento que tengamos de su persona. El conocimiento del Señor no es algo teórico sino experiencial. La experiencia de Cristo comienza en el reconocimiento de todo lo que Él ha hecho por nosotros. Jesucristo nos amó y se entregó por nosotros en la cruz. Cristo nos amó primero y ahora es nuestro turno de corresponder a su amor. La experiencia del conocimiento de Cristo se hace en la oración, en la Eucaristía y en la cruz de cada día cuando tengamos la humildad para acercarnos a Él y pedirle su ayuda. Jesús vive ahora y habla ahora con nosotros y vive para nosotros. Esta es la verdadera forma de conocer a Jesús y de acoger la tradición sobre él (Benedicto XVI, Audiencia, 8 de octubre de 2008)
Esta semana mientras buscaba de un tema que hablara de Dios como un Dios extraordinario me encontré con un sermón de un pastor posiblemente no católico y posiblemente de una denominación protestante pero con un mensaje muy alentador y lleno de verdadera esperanza para nosotros y lo he adaptado a nuestra corriente de vida.  En este sermón el pastor hace referencia al texto de Iro de Samuel capitulo 9 versículos 1 al 6 y les explico. Habla de Cis y su hijo, Saúl. Comienza describiendo a Saúl como un hijo saludable buen mozo, fuerte  que sobrepasaba físicamente a cualquier joven de esa época. Cis tenía unas asnas y se le habían perdido, siendo Saúl su hijo le envía con su criados a buscarles a través de los barrios, sectores, pueblos de esa tierra y parece no las encuentran por ningún lado.  Ya había transcurrido largo tiempo y Saúl pensando que su padre podría estar preocupados por ellos decide dar por terminada su búsqueda, pero su criado le trae a su atención que por donde están buscando vive un siervo de Dios “un vidente” alguien que habla con Dios y todo lo que dice se cumple. Entran a ese pueblo  y preguntan por esta persona que ellos entiende podría ayudarles encontrar su asnas. Pero Saúl teniendo de frente a Samuel no se da cuenta que lo tiene frente a él. El sermón está bien elaborado con muchos ejemplos de nuestra vida pero lo que quiero resaltar es el enfoque que este pastor le a este pasaje con el ejemplo que Saúl nos da. Dios le había prometido a Samuel un nuevo líder para que fuese líder de su pueblo.  Saúl dentro de su ignorancia no sabía que sería un líder para el pueblo de Dios.
El pastor titulo este pasaje “de lo ordinario lo extraordinario”. En el comienza indicando de que hombre de hoy día tiene la posibilidad de vivir en una de tres vidas.  La primera siendo una vida mediocre, la segunda una vida ordinaria y la tercera una vida extraordinaria. Las personas que viven en la vida mediocre; ricos ó pobres, pasan desapercibidos en esta vida, no les interesa conocer de Dios, se conforman con lo que tienen no hacen esfuerzo alguno por traer a Dios a sus vidas.  Las personas que viven en una vida ordinaria ricos o pobres, conocen un poco de Dios pero lo que saben les es suficiente y no hacen por conocerle mejor, mejorar, o llegar a la santidad, hacer lo que Dios nos pide, amar y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Las personas que viven una vida extraordinaria son aquellas que conocen de Dios, y conociéndole quieren saber más de el porqué lo que saben no le es suficiente, se esmeran en hacer lo que Dios les pide y hacen de Dios el centro de sus vidas.
Como madrugador de María, hombre que se antepone a la mañana en busca de la santidad en la vida diaria esto calo profundo en mí ser y me dejo con un sentimiento como si hubiese ganado la lotería, como cuando niño en la madrugada de las fiestas de los reyes magos con mucha ilusión, maravillado y con un sentimiento de regocijo.  Porque me dejo entender que cuando perdemos algo no es porque Dios no quiere que lo tengamos sino porque quiere dejarnos saber que le hemos olvidado.  Cuando vivimos esta vida ordinaria nos dejamos manipular por las cosas materiales y nos olvidamos de Dios.  Pero Dios nos posiciona en lugares estratégicos con nuevas misiones; sepamos o no él porque estamos en ese lugar, pero confiando siempre en su providencia y encomendándonos a su voluntad recibimos toneladas de bendiciones y gracias.  Y quería llegar a un campo abierto y gritar a los cuatro vientos lo extraordinario que es Dios, mi Dios porque para conocerle requiere de un ser extraordinario. Yo soy un ser extraordinario porque fui hecho a imagen y semejanza a Dios.  Y entiendo que para llegar a la santidad no hay que hacer cosas extraordinarias sino ser extraordinario.  Creer, adorar, esperar y amar a Dios conocerle desde su verdad. Yo quiero ser un ser extraordinario porque lo poco sé de Dios no es suficiente, quiero mas y trabajo para conocerle más profundamente y compartirlo con el mundo entero.
¿Vida ordinaria o extraordinaria, cual vives tu?
Un abrazo fraternal
Pedro E. Torres Cartagena
Madrugador de María
Cayey, Puerto Rico

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