Saludos!
Mis hermanos Madrugadores, primero quiero agradecer a Dios por su benevolencia y su iluminación para lograr regalarles para gloria de Dios, un retiro cuaresmal el 10 marzo 2012, para y en compañía de los Madrugadores.
Segundo, deseo agradecer a todos los que hicieron realidad con sus ayudas y contagiados por la finalidad de este proyecto, se entregaron con su amor y esmero: mi esposa y mi familia cuyo apoyo organizativo y de logística con los alimentos fue fundamental, mis hermanos madrugadores de Ponce que nos ofrecieron dos de las tres charlas, a Fray Luis, Franciscano de la Iglesia Santa Teresita que nos regaló una preciosa charla sobre "la acción del perdón" y a Mons Herminio de Jesús que estuvo disponible para escuchar confesiones y nos ofreció la misa de clausura. Agradezco igualmente a los 23 hermanos que asisitieron(foto adjunta), muy en especial a los que vinieron de diversos pueblos y grupos de la isla. Estoy muy feliz por la aceptación que tuvieron las charlas, ya que fueron muy buenas todas. Fue tan grande la presencia del Espíritu Santo que Mons. Herminio de Jesús también nos felicitó, a tal punto que le recomendará al Obispo de Ponce se reuna con nosotros. Igualmente se reconocieron los esfuerzos de los Madrugadores con la juventud masculina en Ponce dirigido por Juan Vilaró y la nueva iniciativa en Cabo Rojo, encabezada por Mons Herminio de Jesús y varios representantes de los Madrugadores de Cabo Rojo. Los testimonios de todos nos impactaron y nos motivará para otros nuevos proyectos.
Para beneficio de aquellos que no pudieron asistir les incluyo un pequeño resumen de las charlas:
1) Charla "El sufrimiento y el perdón" por Juan Vilaró:
Identificamos sin problemas la causa física del sufrimiento, como lo son las enfermedades, los accidentes, las pérdidas físicas. Este sufrimiento, muchas veces acompañado por el dolor se manifiesta por tener puesto nuestros sentimientos en lo material, lo pasajero, lo superfluo. En el aspecto sentimental o emocional, la sociedad se comporta, por ejemplo, - Justicia humana: la misma es punitiva, el castigo al malvado de acuerdo al daño realizado. Sin embargo la Justicia Divina es diferente: el sufrimiento es vencido por el amor. Dios cuya esencia es Amor, nos amó al extremo, que envió a su Hijo Único..., El quiere que recordemos que provenimos de su esencia. Cuando nos alejamos de su amor, llega el sufrimiento. Por eso es imprescindible cumplir con la regla universal, Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. El alejarnos de su amor es el pecado.
Después de Dios nos debemos amar a nosotros mismos pero sin excluir al otro. Jesús sufre en su oración en el huerto, pero acepta la voluntad del Padre. Jesús lo hace porque la humanidad vale mucho para El. Por esta razón debemos imitarlo. Aceptar la voluntad de Dios aunque esta traiga enfermedades, pérdidas, etc. Hacer lo contrario perderíamos nuestra vida sumidos en la amargura. Finalmente no olvidemos nuestra misión, por caridad ayudar al sustento de todo el que necesita. Lo podremos hacer cuando nos liberemos de nuestros egoísmos y la paz ganada nos guiará en nuestras actuaciones. En esta cuaresma meditemos, reflexionando en el perdón, comenzando con perdonarnos a nosotros mismos para perdonar luego a los demás.
2) Charla "Dios Padre" por Braulio Mejias:
El mundo sin padre es un mundo sin niño. Tiene que darse el vínculo entre padre e hijo. El Reino del Padre en la tierra según el "Padre Nuestro", es lograr que cada papá sea una imagen del Padre Dios.
Como imitar el carácter del Padre:
- Inmutabilidad del Padre: Todo se mueve a su alrededor. Debemos ser firmes en nuestros principios, estos no se pueden negociar, ni con nuestro hijos ni con nuestro entorno.
- Omnipresente: Siempre está presente en nuestras vidas. Debemos tener preferencia por el hijo, estar presentes en la vida y circunstancias de nuestros hijos
- Omnisciente: Dios lo conoce todo de nosotros. Debemos fomentar en nuestros hijos una confianza plena para que el hijo pueda hablar todo ante su padre. Muy importante comenzar desde niños.
El Padre debe ser un "buen pastor", conocerse y abrirse ambos con amor, y que nuestras ovejas nos conozcan para que cuando el pastor las llama ellas respondan y siempre vayan a él.
El padre debe ser sabio, saber cuando recompensar y cuando castigar, como lo hace el Padre Celestial con nosotros.que creemos en su amor aunque nos duela.
El Padre vive Santamente por lo tanto debemos vivir arraigados a la voluntad de Dios con santidad. Sostener su si como lo hizo María. Entendiendo por santidad comenzar todos los días de nuevo.
El Padre es Justo y Veraz por lo tanto debemos dar a cada quien lo que le pertenece por derecho, para esto debemos ser veraces, no mentir.
El Padre es Misericordioso, esta es la característica más importante del Padre. Jesús lo describió en su parábola del "hijo pródigo". Tenemos que ser igualmente misericordiosos, perdonar a nuestros hijos.
Hagamos de este mundo un reflejo de Dios Padre, el Reino del Padre.
3) Charla "La acción del perdón" por Fray Luis:
El perdón es una oportunidad más, es redimirnos ante el Padre. Para mantener una salud espiritual balanceada, debemos aprender a escuchar pero no cargar con los problemas y cargas ajenas. Debemos hacer como el Cirineo, que solo ayudó a Jesús a cargar la cruz no a cargarla por El. !Claro sabemos que Jesús nunca se lo hubiera permitido!
La vivencia de comunidad está adherida a nuestra fe. Como las relaciones humanas pueden llevar a violar mi Yo, tenemos que aprender a tener el deseo de perdonar la ofensa. El perdonar es una toma de decisión mía y que por fe quiero realizar. Ser yo el que rompa el hielo, tomar la iniciativa para restablecer las relaciones rotas por ofensas y rencores.
Debemos aprender a humillarnos, no en el sentido de la dignidad, sino relacionado al perdón. Darme la oportunidad de ser más humano.
La caridad y el servicio hace que no miremos al "enemigo" ni hacia abajo, como una víctima, o hacia arriba, como el victimario. Debemos mirar hacia al frente, porque esa persona es igual a mi. Ser sensibles para que ocurra el proceso de reconciliación. No perpetuar el dolor que una vez sentí. El próximo paso es ver en esa persona el rostro de Dios.
Debemos hacer como dice el pueblo, "perdonar y no olvidar", pero solo para no volver a afectar lo que dañó esa relación anteriormente y no hacerlo a otros. Recordar que el fruto del perdón es la libertad, ser alegres por la causa del Señor. No hacerlo con miedo sino con seguridad.
En Cristo y María,
William E. Rosaly
Madrugador de María, Ponce
